Ayer me cruce con maese, y mira que es difícil sorprenderle, pero supongo que con el ruido de las olas no me ha oído. Una pena porque son fotos del móvil, ya que era una salida rápida y no llevaba la cámara encima.
La secuencia completa es esta:
Miro hacía atrás y lo que en principio me parece un perro (raro) se convierte en un zorro (más raro).
Sorprendido aún porque no me haya visto me quedo helado cuando el cánido ¡¡se echa a dormir!!. Eso me permite acercarme aún más.
Supongo que con las olas no me oye acercar y no es hasta que hago ruido con una piedra que no se levanta y, como podéis ver, bastante desorientado.
Una vez que me localiza se pone a correr acantilado arriba pero a medio camino se para y se queda observándome durante un buen rato. De hecho a la vuelta, como una hora, seguía en su atalaya.
Y ya que estamos encuentros, y aunque estas fotos son del año pasado por estas fechas, me resulto curioso que viéndoles de lejos vinieron directamente hacía el barco para pasar a la distancia que podéis ver:
Eran como una docena de calderones (creo que eso es lo que son, no soy un experto en cetáceos cantábricos) aunque en la imagen solo se ven 3.
Lo dicho, curiosidades de la naturaleza.